A continuación se muestran algunos factores que pueden afectar la velocidad de una conexión por cable o inalámbrica:
* El tipo de conexión por cable. Las conexiones por cable pueden ser Ethernet o fibra óptica. Las conexiones Ethernet utilizan cables de cobre para transmitir datos, mientras que las conexiones de fibra óptica utilizan pulsos de luz. Las conexiones de fibra óptica suelen ser más rápidas que las conexiones Ethernet.
* La velocidad de la conexión inalámbrica. Las conexiones inalámbricas pueden variar en velocidad, según el estándar que se utilice. Los estándares inalámbricos más comunes son 802.11n, 802.11ac y 802.11ax. 802.11ax es el estándar más nuevo y ofrece las velocidades más rápidas.
* La distancia entre el enrutador y el dispositivo. Cuanto más lejos esté el dispositivo del enrutador, más débil será la señal y más lenta será la conexión.
* La cantidad de dispositivos que utilizan la misma red. Cuantos más dispositivos utilicen la misma red, más ancho de banda se utilizará, lo que puede ralentizar la conexión para todos.
* La calidad del enrutador. Un enrutador de alta calidad podrá transmitir datos de manera más eficiente que uno de baja calidad.
En general, las conexiones por cable ofrecen velocidades más rápidas que las inalámbricas. Sin embargo, si está utilizando un enrutador de alta calidad y no hay demasiados dispositivos que usan la misma red, las conexiones inalámbricas pueden ser tan rápidas como las conexiones por cable.