1. Flexibilidad:Una LAN cableada puede proporcionar una conexión más estable y confiable, mientras que una LAN inalámbrica ofrece mayor flexibilidad y movilidad. Al combinar los dos, los usuarios pueden disfrutar de lo mejor de ambos mundos.
2. Cobertura:Una LAN inalámbrica puede ampliar el alcance de la red a áreas donde no es posible una conexión por cable, como espacios al aire libre o habitaciones alejadas del enrutador. Esto permite a los usuarios conectarse a la red desde cualquier lugar de la casa.
3. Seguridad:Una LAN cableada puede proporcionar una conexión más segura en comparación con una LAN inalámbrica, ya que no es susceptible a interferencias ni escuchas ilegales. Al combinar los dos, los usuarios pueden beneficiarse de la seguridad de una conexión por cable y al mismo tiempo disfrutar de la comodidad de la conectividad inalámbrica.
4. Escalabilidad:una LAN combinada cableada e inalámbrica se puede escalar fácilmente para adaptarse a un número creciente de dispositivos y usuarios. Al agregar puntos de acceso o conmutadores adicionales, la red se puede ampliar para satisfacer las necesidades cambiantes del hogar.
5. Acceso de invitados:se puede configurar una red inalámbrica separada para invitados, permitiéndoles acceder a Internet sin comprometer la seguridad de la red principal. Esto es especialmente útil para hogares que reciben con frecuencia invitados o visitas.
6. Compatibilidad de dispositivos:no todos los dispositivos están equipados con capacidades inalámbricas. Al tener conexiones tanto por cable como inalámbricas, los usuarios pueden asegurarse de que todos sus dispositivos puedan conectarse a la red.
7. Equilibrio de carga:en un hogar con múltiples usuarios y dispositivos, una LAN inalámbrica y por cable combinada puede ayudar a equilibrar la carga en la red, garantizando que todos tengan una experiencia de Internet fluida y consistente.
8. Mejor intensidad de la señal:Algunas áreas de una casa pueden tener señales inalámbricas débiles debido a interferencias o distancia del enrutador. Al combinar una LAN cableada e inalámbrica, los usuarios pueden colocar puntos de acceso en ubicaciones estratégicas para garantizar una señal fuerte en toda la casa.