1. Descentralización: A diferencia de los modelos de servidor cliente, las redes P2P carecen de un servidor central. Cada dispositivo (o "par") actúa como un cliente y servidor, comunicando y compartiendo directamente recursos con otros. Esto los hace inherentemente más resistentes a los puntos individuales de falla.
2. Escalabilidad: Las redes P2P pueden crecer orgánicamente. A medida que más pares se unen, contribuyen con sus recursos (ancho de banda, almacenamiento, etc.), lo que hace que la red sea más fuerte y más eficiente. Esto contrasta con sistemas centralizados que pueden sobrecargar con un aumento del tráfico.