1. Resiliencia y tolerancia a fallas:
* Evitar puntos de falla individuales: Una sola conexión entre dos hosts sería vulnerable a la falla. Si esa conexión se redujera, la comunicación se cortaría.
* Redundancia: Múltiples conexiones permiten rutas alternativas para que los datos viajen. Si una conexión falla, los datos aún se pueden enrutar a través de otros.
* escalabilidad: A medida que Internet crecía, tener múltiples conexiones permitió que se manejara más tráfico sin sobrecargar ninguna conexión.
2. Flexibilidad y eficiencia:
* Enrutamiento dinámico: Múltiples conexiones habilitan el enrutamiento dinámico. Los datos se pueden enrutar a lo largo de la ruta más eficiente, en función de las condiciones actuales de la red.
* Balancio de carga: El tráfico se puede extender a través de múltiples conexiones, mejorando el rendimiento general.
* Tipos de conexión diferentes: Se pueden usar diferentes tipos de conexiones (fibra óptica, cobre, inalámbrica) para optimizar el rendimiento y el costo.
3. Seguridad:
* Múltiples puntos de acceso: Tener múltiples conexiones hace que sea más difícil para los atacantes interrumpir la comunicación.
* Medidas de seguridad redundantes: Múltiples conexiones pueden tener diferentes medidas de seguridad, proporcionando protección en capas.
4. Descentralización:
* Sin autoridad central: Internet fue diseñado para ser descentralizado. Múltiples conexiones entre los hosts contribuyen a esto al permitir que los datos fluyan libremente sin depender en un solo punto central.
* Control distribuido: El control sobre el flujo de datos se distribuye a través de la red, evitando que cualquier entidad única tenga un control completo.
Contexto histórico:
El desarrollo inicial de Internet (Arpanet) fue impulsado por la necesidad de una red resistente y flexible que pudiera soportar ataques e interrupciones. La era de la Guerra Fría enfatizó la importancia de las redes distribuidas que podrían sobrevivir a un ataque importante.
En resumen, el uso en Internet de múltiples conexiones entre los hosts es el resultado de una opción de diseño deliberada destinada a crear una red resistente, flexible y escalable. Estas cualidades son esenciales para su continuo crecimiento y éxito.