1. Enrutamiento simplificado: El direccionamiento jerárquico desglosa una gran red en segmentos más pequeños y manejables. Esto permite que los enrutadores se concentren en enrutar el tráfico dentro de su segmento específico, en lugar de necesitar conocer toda la topología de la red. Esto simplifica significativamente el enrutamiento y reduce la carga computacional en los enrutadores.
2. Escalabilidad: A medida que las redes crecen, el direccionamiento jerárquico permite una expansión más fácil. Se pueden agregar nuevos segmentos sin interrumpir las operaciones de red existentes. Esto hace que sea más fácil administrar y mantener redes a gran escala.
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