He aquí por qué:
* Sin conexión activa: A menos que se establezca una conexión específica (como el software de escritorio remoto o el intercambio de archivos), no hay forma de que una computadora vea que las teclas se presionan en otra.
* Aislamiento de datos: Los sistemas operativos y los protocolos de red están diseñados para mantener los datos aislados entre los dispositivos a menos que se compartan explícitamente.
* Consideraciones de seguridad: Permitir el acceso no autorizado a las pulsaciones de teclas de otra computadora sería una gran vulnerabilidad de seguridad.
Sin embargo, hay algunos escenarios en los que las pulsaciones de teclas pueden capturarse indirectamente, pero estos requieren acciones maliciosas específicas:
* Software Keylogger: Un keylogger instalado en una computadora puede grabar teclas y enviarlas a un servidor remoto. Esto requiere que alguien instale el Keylogger, que se puede hacer a través de phishing u otros medios.
* Sniffing de la red: Si una red es insegura, es teóricamente posible que alguien olfatee el tráfico de la red y potencialmente capture las pulsaciones de teclas si se transmiten en una forma no entrelazada (que es muy poco común).
En conclusión, simplemente estar en la misma red no le da acceso automáticamente a ninguna computadora a las pulsaciones de teclas de otra computadora. Este tipo de acceso requiere acciones maliciosas deliberadas.