1. Falta de potencia de procesamiento: Los NC se diseñaron como dispositivos livianos que dependían de un servidor central para procesar tareas. Si bien este enfoque redujo los costos de hardware, también limitó su rendimiento. Para aplicaciones que requieren una potencia informática sustancial, como la edición de vídeo o simulaciones complejas, las PC siguieron siendo la opción preferida.
2. Funcionalidad limitada: Los NC se diseñaron principalmente para tareas básicas como navegación web, correo electrónico y procesamiento de textos. Para tareas especializadas, como ejecutar software específico o acceder a archivos locales, las PC ofrecían mayor flexibilidad y funcionalidad.
3. Preocupaciones de seguridad: Centralizar los datos y el procesamiento en un servidor aumentó el riesgo de violaciones de seguridad y pérdida de datos. Por el contrario, las PC ofrecían un mayor control sobre los datos locales y permitían medidas de seguridad más sólidas.
4. Experiencia de usuario: Los NC normalmente proporcionaban una interfaz basada en web que carecía de la rica interfaz gráfica de usuario (GUI) de las PC. Esta diferencia en la experiencia del usuario hizo que los NC fueran menos adecuados para tareas que requerían una interacción extensa del usuario.
5. Compatibilidad: Los NC enfrentaron desafíos en términos de compatibilidad con el software y hardware existentes. Las empresas con importantes inversiones en sistemas basados en PC dudaban en cambiar a una nueva plataforma que pudiera requerir costosas actualizaciones de software e infraestructura.
Si bien las NC encontraron aplicaciones específicas en determinadas industrias e instituciones educativas, su adopción siguió siendo limitada en comparación con las PC.