1. Inseguridad:FTP transmite datos, incluidos nombres de usuario y contraseñas, en texto sin formato, lo que los hace vulnerables a las escuchas ilegales. Esto plantea un riesgo de seguridad, ya que usuarios no autorizados pueden interceptar y acceder a información confidencial.
2. Falta de cifrado:FTP no proporciona ningún cifrado para los datos durante la transferencia. Esto significa que cualquier persona con acceso a la red puede interceptar y leer los datos que se transmiten.
3. Sin controles de integridad de los datos:FTP no tiene mecanismos integrados para verificar la integridad de los datos o para garantizar que los archivos transferidos estén completos y sean precisos. Esto puede provocar daños o pérdida de datos durante la transmisión.
4. Simultaneidad limitada:FTP generalmente permite solo una conexión a la vez, lo que puede limitar la cantidad de transferencias de archivos simultáneas y afectar la eficiencia general del proceso.
5. Configuración compleja:Instalar y configurar servidores y clientes FTP puede ser complejo, especialmente para usuarios con experiencia técnica limitada. Esta complejidad puede introducir desafíos adicionales y posibles vulnerabilidades en el sistema.
6. Falta de soporte para protocolos modernos:FTP no admite protocolos de seguridad modernos como TLS (Transport Layer Security) o SSH (Secure Shell). Esto lo hace menos seguro en comparación con los protocolos de transferencia de archivos más modernos.
7. Susceptibilidad a ataques de denegación de servicio (DoS):los servidores FTP pueden ser susceptibles a ataques DoS en los que los atacantes interrumpen intencionalmente el servicio enviando solicitudes excesivas o mal formadas, lo que provoca que el servidor colapse o deje de responder.
8. Dependencia de la estabilidad de la red:FTP depende de una conexión de red estable para funcionar correctamente. Si la red experimenta interrupciones o fluctuaciones, puede afectar la confiabilidad y el rendimiento de las transferencias de archivos FTP.
Debido a estos inconvenientes, muchas organizaciones están migrando a protocolos de transferencia de archivos más seguros y avanzados, como SFTP (Protocolo seguro de transferencia de archivos) o FTPS (FTP sobre SSL/TLS), para abordar los problemas de seguridad y confiabilidad asociados con FTP.