A continuación se presentan algunas razones por las que la transmisión TCP no se utiliza ampliamente:
1. Escalabilidad :La difusión TCP puede generar una cantidad significativa de sobrecarga de red, especialmente cuando la cantidad de destinatarios es grande. Cada paquete enviado mediante transmisión TCP debe ser procesado y reconocido individualmente por cada receptor, lo que puede sobrecargar rápidamente la red con tráfico innecesario.
2. Confiabilidad :TCP garantiza la entrega confiable de datos mediante el empleo de mecanismos como números de secuencia, acuses de recibo y retransmisiones. Sin embargo, en un escenario de transmisión, resulta difícil garantizar que todos los destinatarios reciban los datos correctamente debido a la congestión de la red, la pérdida de paquetes u otros problemas.
3. Control de congestión :TCP implementa mecanismos de control de congestión para evitar abrumar la red con tráfico excesivo. Sin embargo, la radiodifusión conduce inherentemente a una mayor carga de la red, lo que puede alterar los algoritmos de control de la congestión y dar lugar a una reducción del rendimiento general de la red.
4. Seguridad :Las transmisiones de difusión son visibles para todos los hosts de la red, lo que las hace susceptibles a escuchas, interceptaciones y diversos ataques a la red. Esto plantea riesgos de seguridad, particularmente en redes públicas o que no son de confianza.
Por lo tanto, si bien TCP admite técnicamente la transmisión, no se usa comúnmente en la práctica debido a los desafíos relacionados con la escalabilidad, la confiabilidad, el control de la congestión y la seguridad. Los protocolos alternativos, como el Protocolo de datagramas de usuario (UDP), son más adecuados para escenarios de transmisión donde la confiabilidad es menos crítica y se requiere comunicación en tiempo real o de alta velocidad.