Modelo de datagrama:
En una red de conmutación de paquetes, los datos se segmentan en paquetes individuales, cada uno de los cuales contiene información del encabezado, como la dirección de destino y el número de secuencia. Estos paquetes se tratan como entidades independientes y pueden tomar diferentes rutas a través de la red.
Conmutación de paquetes:
En lugar de establecer un circuito dedicado entre el origen y el destino, como en las redes de conmutación de circuitos, las redes de conmutación de paquetes emplean un mecanismo de almacenamiento y reenvío. Los paquetes se envían salto a salto a través de la red y los enrutadores intermedios los almacenan y reenvían temporalmente en función de sus direcciones de destino.
Entrega fuera de pedido y reordenación:
Dado que los paquetes se reenvían de forma independiente, es posible que lleguen al destino en un orden diferente al de su envío. Los enrutadores dentro de la red se aseguran de volver a ensamblar los paquetes recibidos en el orden correcto antes de entregar los datos completos al destinatario.
Manejo de errores y retransmisiones:
Las redes de conmutación de paquetes incluyen mecanismos para la detección y corrección de errores. Los paquetes pueden perderse, dañarse o retrasarse durante la transmisión. La red detecta estos errores y toma medidas para recuperar o retransmitir los paquetes perdidos o dañados, asegurando una entrega de datos confiable.
Control de flujo y gestión de congestión:
Las redes de conmutación de paquetes implementan algoritmos de control de flujo para evitar la congestión de la red. Los mecanismos de control de flujo regulan la velocidad a la que se envían los paquetes para garantizar que los recursos de la red se utilicen de manera eficiente y que los paquetes no se pierdan debido a un tráfico excesivo.
Priorización y Calidad de Servicio (QoS):
Las redes de conmutación de paquetes pueden admitir la Calidad de Servicio (QoS) al priorizar los paquetes según sus tipos o aplicaciones. Esto permite que el tráfico urgente, como voz y vídeo, tenga prioridad sobre las transferencias de datos no críticos, lo que se traduce en un mejor rendimiento y experiencia del usuario.
Flexibilidad y adaptabilidad de rutas:
Las redes de conmutación de paquetes brindan flexibilidad de enrutamiento, ya que los paquetes pueden tomar múltiples rutas para llegar al destino. Esta adaptabilidad permite que la red se ajuste dinámicamente a los patrones de tráfico cambiantes y redirija los paquetes alrededor de enlaces congestionados o nodos fallidos, lo que aumenta la resiliencia y la solidez de la red.
Escalabilidad:
Las redes de conmutación de paquetes pueden crecer en tamaño sin requerir cambios importantes en la infraestructura. A medida que se agregan nuevos nodos y enlaces a la red, los algoritmos de enrutamiento se ajustan automáticamente, lo que permite una expansión y escalabilidad perfectas.
Rentabilidad:
Las redes de conmutación de paquetes son rentables ya que no requieren recursos dedicados para cada sesión de comunicación. Los recursos de la red se asignan dinámicamente en función de la demanda, optimizando la utilización y reduciendo los costos asociados con el mantenimiento de conexiones permanentes.
En resumen, la transmisión de datos de un extremo a otro en una red de conmutación de paquetes ofrece una transferencia de datos confiable y eficiente al dividir los datos en paquetes, permitiéndoles tomar diferentes rutas y volver a ensamblarlos en el orden correcto en el destino. Este enfoque proporciona flexibilidad, adaptabilidad y rentabilidad, lo que lo convierte en la arquitectura preferida para las redes modernas de comunicación de datos, incluida Internet.