Al instalar cables de fibra óptica, es importante mantener una distancia mínima de separación de los cables eléctricos para reducir el riesgo de interferencias. La distancia de separación recomendada variará según el tipo específico de cable de fibra óptica y el entorno eléctrico, pero suele rondar entre 10 y 20 centímetros.
En general, siempre es mejor consultar con un electricista calificado o un instalador de fibra óptica cuando planifique la instalación de cables de fibra óptica cerca de cables eléctricos para garantizar que la instalación se realice correctamente y minimizar el riesgo de interferencias.