El diseño de una LAN implica varias consideraciones clave, que incluyen:
* Topología de red: Esto se refiere al diseño físico de la red, incluida la forma en que se conectan los dispositivos entre sí y los tipos de cables utilizados.
* Protocolos de red: Estas son las reglas y estándares que rigen cómo los dispositivos se comunican entre sí en la red.
* Direccionamiento de red: Esto implica asignar direcciones IP únicas a cada dispositivo en la red para que puedan ser identificados y comunicados con ellos.
* Seguridad de la red: Esto incluye medidas tomadas para proteger la red de ataques y accesos no autorizados.
* Rendimiento de la red: Esto se refiere a la velocidad y confiabilidad de la red, que pueden verse afectadas por factores como el tipo de hardware de la red y la cantidad de dispositivos conectados a la red.
El diseño adecuado de la LAN es esencial para garantizar un rendimiento de red eficiente y confiable. Implica una planificación y consideración cuidadosas de los requisitos específicos de la organización o entorno donde se implementa la LAN.