Un cable de fibra óptica es un cable que transmite datos mediante pulsos de luz a través de fibras transparentes hechas de vidrio o plástico. A diferencia de los cables metálicos, que conducen la electricidad, los cables de fibra óptica utilizan el principio de reflexión interna total para guiar las señales de luz a lo largo de la fibra. La reflexión interna total ocurre cuando la luz que viaja en un medio más denso choca con un límite con un medio menos denso en un ángulo que excede el ángulo crítico. Luego, la luz se refleja nuevamente en el medio más denso y este proceso continúa a lo largo de la fibra. Los cables de fibra óptica son livianos, flexibles y capaces de transmitir grandes cantidades de datos a altas velocidades, lo que los hace ideales para diversas aplicaciones como telecomunicaciones, comunicación de datos e imágenes médicas.