Hay varias razones por las que la detección de colisiones es más compleja en redes inalámbricas que en redes cableadas como Ethernet:
1. Medio compartido: En las redes cableadas, cada dispositivo tiene una conexión dedicada a la red a través de un cable físico. Esto significa que cada dispositivo puede transmitir datos sin preocuparse por colisiones con otros dispositivos. Sin embargo, en las redes inalámbricas, varios dispositivos comparten el mismo medio inalámbrico (espectro de radio) y no existe una separación física entre ellos. Esto significa que cuando dos o más dispositivos transmiten al mismo tiempo, sus señales pueden interferir entre sí, provocando colisiones.
2. Retraso de propagación de señal: En las redes cableadas, las señales viajan a la velocidad de la luz a través de cables de cobre o fibra óptica, lo cual es muy rápido. Esto significa que los dispositivos pueden detectar colisiones rápidamente y tomar acciones correctivas. Sin embargo, en las redes inalámbricas las señales viajan por el aire a una velocidad mucho más lenta. Esto significa que existe un retraso de propagación significativo entre el momento en que un dispositivo envía una señal y el momento en que recibe un acuse de recibo del dispositivo de destino. Este retraso puede dificultar la detección de colisiones.
3. Nodos ocultos: En las redes inalámbricas, puede haber nodos ocultos, que son dispositivos que no están dentro del alcance de transmisión entre sí pero que aún pueden interferir con las transmisiones de los demás. Esto puede ocurrir debido a obstáculos como paredes, árboles o edificios que pueden bloquear las señales inalámbricas. Los nodos ocultos pueden provocar colisiones incluso si los dispositivos transmisores no son conscientes de la presencia de los demás.
4. Interferencia: En las redes inalámbricas, puede haber diversas fuentes de interferencia, como otras redes inalámbricas, hornos microondas, teléfonos inalámbricos y dispositivos Bluetooth. Estas fuentes de interferencia pueden interrumpir las señales inalámbricas y provocar colisiones.
Para superar estos desafíos, las redes inalámbricas utilizan varios mecanismos para detectar y evitar colisiones, como el acceso múltiple con detección de operador y prevención de colisiones (CSMA/CA) y el control de potencia de transmisión. Estos mecanismos permiten que los dispositivos detecten la presencia de otros dispositivos antes de transmitir y ajusten su potencia de transmisión para minimizar la interferencia. Sin embargo, debido a la naturaleza compleja de los entornos inalámbricos, la detección de colisiones en redes inalámbricas es aún más compleja que en redes cableadas.