Los puertos paralelos suelen tener un conector de 25 pines, y cada pin corresponde a una señal de control o datos específicos. El estándar de puerto paralelo más común es la interfaz Centronics, que utiliza un conector DB-25 y admite transmisión de datos en paralelo de 8 bits. Algunos puertos paralelos también pueden admitir funciones adicionales, como comunicación bidireccional y manejo de interrupciones.
Los puertos paralelos son relativamente sencillos de implementar y se utilizaron ampliamente en los primeros días de la informática personal debido a su facilidad de uso y bajo costo. Sin embargo, tienen varias limitaciones en comparación con los estándares de interfaz más nuevos, como sus velocidades de transferencia de datos relativamente lentas y su susceptibilidad al ruido eléctrico. Como resultado, los puertos paralelos se han ido eliminando en gran medida en favor de interfaces más avanzadas como USB e IEEE 1394.