La gestión de la memoria implica:
- Asignación de memoria a procesos y subprocesos.
- Liberar memoria cuando los procesos y subprocesos terminan o la abandonan voluntariamente.
- Realizar un seguimiento de qué partes de la memoria se utilizan y cuáles están libres
- Intercambiar páginas de memoria entre la memoria principal y el almacenamiento secundario como discos duros en sistemas de memoria virtual
La gestión de la memoria es esencial para el correcto funcionamiento de un sistema operativo y de las aplicaciones porque:
- Garantiza que los procesos y subprocesos puedan acceder a la memoria que necesitan para ejecutar sus instrucciones.
- Proporciona una utilización eficiente de la memoria al evitar la fragmentación de la memoria, donde la memoria se divide en pequeñas partes inutilizables.
- Facilita la rápida asignación y desasignación de memoria para garantizar una ejecución fluida del programa.
- Ayuda a aplicar la protección de la memoria, garantizando que los procesos no puedan acceder a la memoria fuera de su espacio asignado, mejorando la seguridad y la solidez.
Una unidad de administración de memoria (MMU) típica es responsable de la administración de la memoria en el hardware, traduciendo direcciones virtuales a direcciones físicas. Además, se emplean diversas técnicas y algoritmos de administración de memoria, como paginación y segmentación, para optimizar el uso y el rendimiento de la memoria en los sistemas operativos.