El principio básico detrás de los CRC es que si se produce algún error durante la transmisión o el almacenamiento de datos, es probable que cambien los bits dentro del bloque de datos. Cuando el bloque de datos se recibe en el destino, el resto del CRC se vuelve a calcular utilizando el mismo polinomio generador y se compara con el resto del CRC original que se añadió a los datos.
Si el resto del CRC recalculado coincide con el resto del CRC original, indica que es probable que el bloque de datos esté libre de errores. Sin embargo, si los restos del CRC no coinciden, sugiere que pueden haber ocurrido errores durante la transmisión o el almacenamiento de datos.
A continuación se ofrece una descripción general simplificada de cómo funcionan los CRC:
Preparación de datos:el bloque de datos a proteger se divide en un número fijo de bits.
Cálculo de CRC:el polinomio generador se utiliza para calcular el resto de CRC para el bloque de datos. Este cálculo implica operaciones matemáticas y desplazamiento de los bits de datos según el polinomio específico.
Agregar resto de CRC:el resto de CRC calculado se agrega al bloque de datos original, formando una unidad de datos protegida.
Detección de errores:cuando la unidad de datos protegida se recibe en el destino, el receptor vuelve a calcular el resto de CRC utilizando el mismo polinomio generador y lo compara con el resto de CRC adjunto.
Si los restos de CRC coinciden, indica que es probable que el bloque de datos sea preciso y no esté dañado.
Si los restos del CRC no coinciden, sugiere que es posible que se hayan introducido errores durante la transmisión o el almacenamiento de datos.
Los algoritmos CRC pueden detectar una amplia gama de errores comunes, incluidos errores de un solo bit, errores de ráfaga y algunos errores de sincronización. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los CRC no son infalibles y es posible que no detecten ciertos tipos de errores o manipulaciones intencionales de datos.
Los CRC se utilizan comúnmente en diversas aplicaciones, incluidos protocolos de red, sistemas de almacenamiento de datos y sistemas de comunicación, para garantizar la integridad y precisión de los datos durante la transmisión y el almacenamiento.