Los registradores de claves se pueden utilizar para diversos fines, como por ejemplo:
Vigilancia: Los registradores de teclas se pueden utilizar para rastrear las actividades de un usuario y monitorear su comportamiento en línea. Esto se puede utilizar con fines legítimos, como monitorear las computadoras de la empresa en busca de violaciones de seguridad, o con fines maliciosos, como robar información confidencial.
Espionaje: Los registradores de teclas se pueden utilizar para espiar a personas u organizaciones registrando sus pulsaciones de teclas. Esta información se puede utilizar para obtener información confidencial, como secretos militares, estrategias comerciales o comunicaciones personales.
Control parental: Los padres pueden utilizar los registradores de teclas para monitorear las actividades en línea de sus hijos y protegerlos de los peligros en línea, como el acoso cibernético, el contenido inapropiado y los depredadores en línea.
Seguimiento de empleados: Los empleadores pueden utilizar registradores de teclas para monitorear el uso de la computadora de sus empleados y garantizar la productividad. Esto puede ayudar a evitar que los empleados pierdan tiempo en tareas personales o accedan a información no autorizada.
Malware: Los registradores de teclas se pueden utilizar como parte de malware, como software espía, para robar información confidencial de los usuarios. Pueden integrarse en software legítimo o enviarse como archivos adjuntos de correo electrónico para engañar a los usuarios para que los descarguen e instalen.
Es importante tener en cuenta que los registradores de pulsaciones de teclas pueden suponer un grave riesgo para la seguridad, ya que pueden utilizarse para comprometer información confidencial y la privacidad. Es esencial tomar precauciones para protegerse contra los keyloggers, como usar contraseñas seguras, estar al tanto de las estafas de phishing e instalar software anti-keylogging.