1. Reinicie su computadora nuevamente. En ocasiones, un simple reinicio puede resolver problemas relacionados con el hardware.
2. Compruebe las conexiones. Asegúrese de que el teclado y el mouse estén conectados de forma segura a los puertos USB apropiados de su computadora. Intente desconectarlos y volverlos a conectar para garantizar una conexión adecuada.
3. Pruebe diferentes puertos USB. Si está disponible, conecte su teclado y mouse a diferentes puertos USB de su computadora para descartar posibles problemas con puertos USB específicos.
4. Actualice los controladores. Busque actualizaciones disponibles para los controladores de su teclado y mouse. Los controladores obsoletos o corruptos pueden provocar que estos dispositivos no funcionen correctamente.
5. Desinstale y reinstale los controladores. Si las actualizaciones de controladores no resuelven el problema, intente desinstalar y reinstalar los controladores del teclado y el mouse.
6. Arranque en modo seguro. Inicie su computadora en modo seguro para ver si el teclado y el mouse funcionan en este entorno limitado. Si es así, indica que un software o controlador de terceros puede estar causando el problema.
7. Desconecta otros dispositivos USB. Si tiene otros dispositivos USB conectados a su computadora, como discos duros externos o impresoras, intente desconectarlos para ver si alguno de ellos podría estar causando un conflicto con el teclado y el mouse.
8. Compruebe si hay malware o virus. A veces, el malware o los virus pueden interferir con el correcto funcionamiento de los dispositivos de hardware. Ejecute un análisis exhaustivo de malware para descartar esta posibilidad.
9. Compruebe si hay problemas de hardware. Si ninguno de los pasos anteriores resuelve el problema, es posible que el teclado o el mouse, o ambos, tengan problemas de hardware. Considere probarlos en otra computadora o buscar ayuda de un profesional.