Las pantallas AMOLED utilizan materiales orgánicos en su construcción y estos materiales pueden degradarse con el tiempo, especialmente cuando se exponen a altos niveles de brillo o contenido estático prolongado. Si bien las pantallas AMOLED modernas han mejorado significativamente en términos de resistencia al desgaste, todavía es posible que se produzca un desgaste, especialmente si la pantalla se somete a condiciones de uso extremas o inadecuadas.
Para mitigar el riesgo de quemado en las pantallas AMOLED, los fabricantes emplean varias técnicas, como el desplazamiento de píxeles, donde los píxeles se mueven o actualizan ligeramente para evitar que el contenido estático se muestre continuamente en la misma ubicación. Además, los usuarios pueden tomar precauciones para reducir la probabilidad de que se queme, como ajustar el brillo de la pantalla a niveles apropiados, evitar mostrar contenido estático durante períodos prolongados y utilizar funciones de protector de pantalla o tiempo de espera cuando el dispositivo no esté en uso.