Si bien la tecnología que podría proporcionar tales capacidades no estaba ampliamente disponible en ese momento, el episodio resonó entre los espectadores, lo que generó debates sobre la privacidad, el consentimiento y los límites apropiados del control parental. Este debate sigue siendo relevante hoy en día, con la creciente prevalencia de teléfonos inteligentes y tecnología portátil que pueden rastrear y monitorear nuestras actividades.
Algunos argumentan que estas tecnologías pueden ser beneficiosas para garantizar la seguridad de los niños, especialmente cuando están en una edad en la que son más propensos a correr riesgos. Sin embargo, las preocupaciones sobre la privacidad y la supervisión excesiva pueden superar los beneficios potenciales. Además, el alcance del control parental retratado en "Arkangel", incluso si es técnicamente factible, plantea interrogantes sobre los posibles efectos psicológicos negativos en los niños y las familias.
Es importante lograr un equilibrio entre mantener seguros a los niños y respetar su autonomía a medida que crecen y aprenden a tomar sus propias decisiones. A medida que la tecnología continúa desdibujando los límites del espacio personal, se necesitan conversaciones continuas sobre las implicaciones éticas de la vigilancia.