Un equipo de científicos ha revelado cómo la “puerta al infierno” romana en Hierápolis, Turquía, mató a sus víctimas.
El sitio, conocido como Plutonio, era un templo dedicado al dios Plutón y se creía que era una entrada al inframundo.
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y el Consejo Nacional de Investigación de Italia utilizaron una combinación de evidencia arqueológica y modelos informáticos para demostrar que el plutonio liberaba un gas mortal que podía matar personas instantáneamente.
El gas, conocido como dióxido de carbono, se liberó de una grieta en la corteza terrestre y se habría concentrado en un espacio pequeño y cerrado.
Las víctimas habrían sido superadas por el gas y habrían muerto en cuestión de segundos.
Los investigadores creen que el plutonio era un lugar donde se sacrificaban personas a Plutón y que el gas se utilizaba para asegurar una muerte rápida e indolora.
Los hallazgos, publicados en la revista Antiquity, arrojan nueva luz sobre uno de los lugares más misteriosos y peligrosos del mundo antiguo.
Cómo funcionó el plutonio
El Plutonio era una estructura compleja que incluía un templo, un patio y una cueva.
La cueva estaba situada al pie de un acantilado escarpado y era la fuente del gas dióxido de carbono.
El gas habría sido liberado por una grieta en la corteza terrestre y habría fluido hacia la cueva.
La cueva era pequeña y cerrada, y el gas habría alcanzado rápidamente una concentración mortal.
Las víctimas habrían sido conducidas al interior de la cueva, donde habrían sido vencidas por el gas y habrían muerto en cuestión de segundos.
Las víctimas del plutonio
Los investigadores creen que el plutonio se utilizó para sacrificar personas a Plutón.
Las víctimas habrían sido criminales o prisioneros de guerra y habrían sido consideradas prescindibles.
Los investigadores estiman que cientos de personas pueden haber sido sacrificadas en el Plutonio a lo largo de los siglos.
El Plutonio hoy
El Plutonio sigue siendo hoy en día un destino turístico popular, aunque ya no se permite la entrada a los visitantes a la cueva.
El sitio es un recordatorio del poder de la naturaleza y del lado oscuro de la historia humana.