1. Prepare su sistema:
- Apague su computadora y desconecte todos los cables.
- Abre la caja de tu computadora.
- Retire el refrigerador de la CPU existente (si corresponde).
- Retire con cuidado la tapa protectora de la nueva CPU (si está presente).
2. Aplicar pasta térmica:
- Coloca una pequeña cantidad de pasta térmica en el centro de la CPU.
- Distribuya uniformemente la pasta para cubrir toda la superficie de la CPU, pero no la aplique en exceso.
3. Instale la CPU:
- Alinee con cuidado la CPU con el zócalo de la placa base. Asegúrese de que los pasadores de alineación coincidan correctamente.
- Baje con cuidado la CPU en el zócalo. Tenga cuidado de no dejar caer la CPU ni aplicar demasiada presión.
- Asegure la CPU con la palanca o mecanismo de bloqueo proporcionado por la placa base.
4. Instale el enfriador de CPU:
- Elija el disipador de CPU adecuado para su procesador y placa base.
- Siga las instrucciones específicas proporcionadas con el disipador de CPU para instalarlo correctamente. Asegúrese de que haya un contacto adecuado entre el disipador y la CPU.
5. Reconectar componentes:
- Vuelva a conectar los cables retirados, incluidos la fuente de alimentación y los ventiladores.
6. Encienda el sistema:
- Cierre la caja de su computadora y vuelva a conectar todos los cables externos.
- Encienda su computadora y verifique la pantalla para asegurarse de que se inicie normalmente.
7. Actualizar BIOS (si es necesario):
- Algunas CPU pueden requerir una actualización del BIOS para funcionar correctamente con su placa base. Consulte el sitio web o la documentación del fabricante de la placa base para obtener actualizaciones del BIOS si es necesario.
8. Instale el sistema operativo (si es necesario):
- Si está instalando una nueva CPU por primera vez, es posible que deba reinstalar su sistema operativo.
Recuerde, un mal manejo o una instalación inadecuada pueden dañar la CPU u otros componentes. Si no se siente cómodo con alguna parte del proceso, lo mejor es buscar ayuda de un técnico calificado.