1. Alta curva de aprendizaje
Una de las principales razones por las que Dark Souls es tan difícil es su elevada curva de aprendizaje. El juego no te toma de la mano y no te dice qué hacer, lo que obliga a los jugadores a resolver las cosas por sí mismos. Esto puede resultar en muchas pruebas y errores, que a menudo conducen a la muerte.
2. Enemigos implacables
Los enemigos en Dark Souls son implacables e implacables. No esperarán a que recuperes el aliento y, a menudo, correrán hacia ti, lo que dificultará esquivar sus ataques. Esta agresión constante significa que los jugadores deben mantenerse concentrados y alerta en todo momento.
3. Peleas desafiantes contra jefes
Las peleas contra jefes en Dark Souls son particularmente desafiantes y a menudo requieren prueba y error. Cada jefe tiene fortalezas y debilidades únicas y aprende a luchar de manera efectiva.
4. Consecuencias permanentes
La muerte tiene consecuencias permanentes, como la pérdida de almas y otros bienes. Como tal, los jugadores deben considerar cuidadosamente sus acciones antes de aventurarse en áreas peligrosas.
En general, Dark Souls es un juego desafiante, pero también recompensa a los jugadores que dedican tiempo y esfuerzo para superar sus obstáculos.