1. Problemas de visualización:
- Imágenes distorsionadas, parpadeantes o revueltas en la pantalla.
- Líneas o rayas horizontales o verticales que aparecen en la pantalla.
- Patrones de colores aleatorios o artefactos al usar aplicaciones o juegos.
2. Fallos frecuentes:
- El controlador de gráficos falla con frecuencia, lo que provoca una pérdida repentina de la pantalla y requiere reiniciar el sistema.
3. Sobrecalentamiento:
- La tarjeta gráfica se calienta excesivamente durante el uso normal o mientras se juega.
4. Problemas con los fans:
- Escuchas ruidos inusuales provenientes del ventilador de la tarjeta gráfica o no gira por completo.
5. Pantallas azules de la muerte (BSOD):
- El sistema falla acompañado de una pantalla azul con mensajes de error que mencionan los controladores de gráficos.
6. Bajo rendimiento:
- Graves caídas en el rendimiento de los juegos o aplicaciones, incluso con configuraciones de gráficos bajas.
7. Artefactos:
- Aparecen fallos gráficos extraños, como texturas u objetos faltantes, en juegos y aplicaciones.
8. Imágenes parpadeantes:
- Parpadeo rápido de toda la pantalla o de objetos individuales.
9. Problemas con los controladores:
- Dificultad para actualizar o instalar controladores de gráficos, o es posible que las actualizaciones de controladores no funcionen correctamente.
10. Problemas con el puerto de visualización:
- Los puertos DisplayPort o HDMI de la tarjeta gráfica no funcionan correctamente o dejan de funcionar por completo.
11. Humo u olor a quemado:
- En casos severos, la tarjeta gráfica puede emitir humo o producir olor a quemado.
Si nota alguno de estos signos, es recomendable realizar un diagnóstico o buscar ayuda profesional para confirmar si su tarjeta gráfica está fallando o si se trata de un problema de software.