La informática forense reactiva se utiliza a menudo en los siguientes escenarios:
* Cuando un sistema informático ha sido hackeado
* Cuando los datos han sido robados o corruptos
* Cuando se ha utilizado una computadora para cometer un delito
La informática forense reactiva implica los siguientes pasos:
1. Identificación: El primer paso es identificar el incidente y determinar su alcance. Esto incluye recopilar información sobre los sistemas afectados, la naturaleza del incidente y el impacto potencial del incidente.
2. Contención: El siguiente paso es contener el incidente para evitar daños mayores. Esto puede implicar aislar los sistemas afectados, desconectarlos de la red y apagarlos.
3. Conservación: Una vez contenido el incidente, se deben preservar las pruebas. Esto implica crear una imagen forense de los sistemas afectados y almacenar la imagen en un lugar seguro.
4. Análisis: El siguiente paso es analizar la evidencia para identificar al perpetrador y determinar la causa del incidente. Esto puede implicar el uso de herramientas forenses para examinar los archivos del sistema, los registros de eventos y el tráfico de la red.
5. Informes: El último paso es generar un informe que documente los hallazgos de la investigación. Este informe debe entregarse a las autoridades apropiadas, como las fuerzas del orden o la administración.
La informática forense reactiva es un proceso complejo y desafiante, pero es esencial para investigar incidentes relacionados con computadoras y garantizar la seguridad de los sistemas informáticos.