1. Utilice un cargador y un cable adecuados. Asegúrese de estar utilizando un cargador que sea capaz de proporcionar suficiente energía para su dispositivo y de que el cable de carga esté en buenas condiciones.
2. Comprueba tu puerto de carga. Asegúrese de que su puerto de carga esté limpio y libre de residuos. Si está sucio, intenta limpiarlo suavemente con un paño suave y seco.
3. Pruebe con un puerto de carga diferente. Si tiene otro puerto de carga disponible, intente usarlo para ver si hay alguna diferencia.
4. Reinicie su dispositivo. A veces, un simple reinicio puede resolver los problemas de carga. Para reiniciar su dispositivo, mantenga presionado el botón de encendido durante unos segundos hasta que aparezca el menú de apagado y luego seleccione Reiniciar. .
5. Actualiza tu sistema operativo. Si hay una actualización disponible para su dispositivo, instálela. Esto puede incluir actualizaciones del software de carga.
6. Calibre su batería. La calibración de la batería puede ayudar a garantizar que la batería de su dispositivo informe con precisión su nivel de carga. Para calibrar su batería, siga estos pasos:
- Cargue completamente su dispositivo.
- Desenchufe su dispositivo del cargador y apáguelo.
- Espere al menos 30 minutos.
- Vuelva a conectar su dispositivo al cargador y enciéndalo.
7. Póngase en contacto con el servicio de asistencia de Google. Si ha probado todos los pasos anteriores y su dispositivo aún se carga lentamente, es posible que deba comunicarse con el soporte de Google para obtener más ayuda.