1. Identificar puntos de entrada:
- Busque agujeros, huecos o grietas alrededor del exterior de su casa, especialmente cerca de puertas, ventanas y cimientos. Selle estas aberturas con burletes, masilla o lana de acero.
2. Saneamiento y fuentes de alimentos:
- Mantenga limpia su casa limpiando regularmente las migas y los derrames, especialmente en la cocina y el comedor.
- Almacene los alimentos en recipientes herméticos y elimine la basura rápidamente en contenedores sellados.
3. Eliminar el desorden:
- El desorden proporciona escondites para los roedores. Retire las cajas, montones de papel o escombros innecesarios de su hogar.
4. Colocar trampas:
- Coloque trampas rápidas o trampas vivas en áreas donde haya visto evidencia de roedores. Utilice mantequilla de maní u otro atrayente como cebo.
5. Utilice repelentes:
- Los repelentes naturales como el aceite de menta, la pimienta de cayena o el aceite de clavo pueden disuadir a los roedores. Colóquelos en áreas donde estén activos.
6. Adopta una mascota:
- Los gatos son depredadores naturales de los roedores y pueden ayudar a mantenerlos alejados.
7. Selle posibles sitios de anidación:
- Verifique que no haya espacios detrás de refrigeradores, estufas u otros electrodomésticos. Selle estos espacios para evitar que aniden.
8. Utilice estaciones de cebo venenoso:
- Las estaciones de cebo que contienen rodenticidas pueden ser efectivas, pero deben usarse con precaución y de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta.
9. Control de plagas profesional:
- Si tiene una infestación grave o no puede controlar la población de roedores por su cuenta, considere contratar una empresa de control de plagas.
Recuerde que, en primer lugar, la prevención es clave para mantener a las ratas y ratones fuera de su hogar. Las inspecciones y el mantenimiento periódicos pueden ayudar a identificar y abordar posibles puntos de entrada antes de que los roedores se conviertan en un problema.