- Falta de investigación:a diferencia de la App Store, es posible que las fuentes externas no revisen exhaustivamente las aplicaciones en busca de riesgos de seguridad y privacidad.
- Potencial de malware:las aplicaciones descargadas pueden contener software malicioso que podría dañar su dispositivo o robar información personal.
- Problemas de compatibilidad:las aplicaciones obtenidas de fuentes externas pueden no ser compatibles con su modelo específico de iPad o versión de iOS.
- Anulación de la garantía:la descarga de aplicaciones puede anular la garantía de su dispositivo, lo que dificulta las reparaciones o los reemplazos.
- Acceso limitado a funciones:es posible que las aplicaciones descargadas no tengan acceso completo a ciertas funciones o servicios, como sincronización de iCloud, notificaciones automáticas o integración con otras aplicaciones y servicios de Apple.
- Revocación de certificados:Apple puede revocar los certificados utilizados por instaladores o tiendas de aplicaciones externas, lo que puede inutilizar aplicaciones instaladas previamente.
Por lo tanto, generalmente se recomienda que los usuarios se limiten a descargar aplicaciones de la App Store, a menos que exista una razón convincente para descargar una aplicación y usted comprenda los riesgos potenciales involucrados.