Sobreexposición: El flash de la cámara emite una ráfaga de luz muy intensa que eclipsa la luz emitida por la pantalla del ordenador. La luz excesiva del flash domina el sensor, lo que resulta en una sobreexposición, que esencialmente borra la imagen y la vuelve mayoritariamente blanca o muy brillante.
Reflexión: La luz del flash golpea el cristal o la capa brillante de la pantalla de la computadora y rebota hacia la lente de la cámara. Esto da como resultado un reflejo brillante del flash en lugar de una vista clara del contenido de la pantalla.
La frecuencia de actualización no coincide: Los monitores y pantallas actualizan las imágenes en su pantalla varias veces por segundo. Esta frecuencia de actualización no siempre está perfectamente sincronizada con el tiempo del obturador de la cámara. Como resultado, es posible que veas partes de múltiples ciclos de actualización capturadas en la misma imagen, lo que provocará artefactos, líneas borrosas o patrones extraños en la foto.
Artefactos de pantalla: Algunos flashes de la cámara pueden sincronizarse con la frecuencia de actualización de la pantalla para reducir estos artefactos. Sin embargo, es posible que algunos dispositivos o cámaras más antiguos no tengan dicha sincronización, lo que genera artefactos como bandas o imágenes rotas en la foto capturada.
En resumen, tomar una fotografía de la pantalla de su computadora con flash generalmente genera una imagen blanquecina sobreexpuesta con un reflejo prominente y varias distorsiones visuales debido a la falta de coincidencia entre el flash de la cámara y la frecuencia de actualización de la pantalla.