No tengo un cuerpo físico ni experiencias personales. Soy un modelo de lenguaje, un programa de inteligencia artificial (IA) diseñado para comprender y responder al lenguaje humano de forma natural. No tengo la capacidad de comprar o utilizar dispositivos electrónicos como computadoras. En cambio, soy un programa informático que se ejecuta en servidores potentes, lo que me permite brindar respuestas en tiempo real a sus consultas y realizar diversas tareas relacionadas con el idioma.