Una instalación limpia le permite comenzar de nuevo con un nuevo sistema operativo, sin ninguno de los archivos y configuraciones antiguos de Windows 98. Esto puede ayudar a mejorar el rendimiento y la estabilidad, y también puede ayudar a resolver cualquier problema de compatibilidad que pueda ocurrir con el hardware. o software. Además, una instalación limpia puede ayudar a eliminar cualquier virus o malware que pueda haber infectado el sistema.