Además, las tarjetas gráficas suelen ser demasiado caras para incluirlas en los televisores. Los televisores se producen en masa y se venden a un precio relativamente bajo, por lo que los fabricantes no pueden permitirse el lujo de incluir componentes costosos como tarjetas gráficas. Las computadoras personales, por otro lado, suelen ser personalizadas y pueden configurarse con una variedad de componentes, incluidas tarjetas gráficas.
Por último, las tarjetas gráficas ocupan mucho espacio y requieren mucha energía. Los televisores suelen estar diseñados para ser lo más compactos y energéticamente eficientes posible, por lo que no tienen el espacio ni la potencia para acomodar tarjetas gráficas.
Por todo ello, las tarjetas gráficas no se utilizan en los televisores.