Las tarjetas SIM vienen en varios tamaños, incluidas mini-SIM, micro-SIM y nano-SIM, cuyo área gradualmente se está volviendo más pequeña. La capacidad de almacenamiento de una tarjeta SIM está ligada en gran medida a la memoria que contiene. Las tarjetas SIM tradicionales tienen una capacidad de memoria que oscila entre 16 kilobytes (kB) y 128 kB. Sin embargo, las tarjetas SIM más recientes, conocidas como tarjetas de circuito integrado universales mejoradas (eUICC), ofrecen almacenamiento ampliado hasta 500 kB.
Es importante señalar que la capacidad de almacenamiento de una tarjeta SIM sirve principalmente para almacenar información esencial relacionada con la cuenta del suscriptor, la configuración de red y las claves de seguridad. Por lo general, no tiene la capacidad de almacenar grandes cantidades de datos, como medios, documentos o aplicaciones. Para fines de almacenamiento de datos, se pueden utilizar tarjetas de memoria externas, como tarjetas microSD, en dispositivos móviles compatibles.