* Procesan audio: Las tarjetas de sonido están diseñadas para procesar señales de audio. No almacenan archivos de audio como lo hacen los discos duros.
* Analógico a digital: Convierten el sonido analógico (como de un micrófono) en señales digitales que su computadora puede entender.
* Digital a analógico: También convierten los archivos de audio digital (como MP3) nuevamente en señales analógicas para reproducir a través de altavoces o auriculares.
Características clave que impactan el rendimiento:
* Tasa de muestreo: Esto determina cuántas "instantáneas" de la onda de sonido se toman por segundo, lo que afectan la fidelidad del audio. Las tasas de muestreo más altas (como 48 kHz o 96 kHz) dan como resultado más detalles.
* Profundidad de bit: Esto se refiere al número de bits utilizados para representar cada muestra. Las profundidades de bits más altas (como 16 o 24 bits) proporcionan una gama más amplia de volumen y calidad de sonido.
* Número de canales: Esto dicta el número de transmisiones de audio que la tarjeta de sonido puede manejar (estéreo, sonido envolvente, etc.).
* Relación señal/ruido (SNR): Esto mide cuánto ruido no deseado está presente en la señal de audio. SNR más alto significa audio más limpio.
Entonces, ¿cómo "mides" las capacidades de una tarjeta de sonido?
* Calidad: Busque altas tasas de muestreo, profundidades de bits y SNR.
* Características: Considere el número de puertos de entrada/salida, soporte para diferentes formatos de audio y cualquier característica especial como salidas de audio digital o sonido envolvente.
En última instancia, la "capacidad" de una tarjeta de sonido se mide por su capacidad de procesar y reproducir con precisión las señales de audio en función de sus especificaciones y características.