1. Wifi: Las tabletas suelen venir con capacidades de Wi-Fi integradas. Esto les permite conectarse a redes inalámbricas de Internet, como las que se encuentran en hogares, oficinas, espacios públicos e incluso puntos de acceso Wi-Fi portátiles. Una vez conectada a una red Wi-Fi, la tableta puede acceder a Internet y navegar por la web, transmitir vídeos, jugar juegos en línea y realizar otras tareas relacionadas con Internet.
2. Conexión de datos móviles: Algunas tabletas admiten conectividad celular, lo que significa que pueden conectarse a Internet mediante una red de datos móviles proporcionada por un proveedor de servicios inalámbricos. Esto permite a los usuarios acceder a Internet incluso cuando están lejos de puntos de acceso Wi-Fi. Las tabletas con capacidad de datos móviles suelen tener una ranura para tarjeta SIM, donde el usuario inserta una tarjeta SIM proporcionada por su proveedor de telefonía móvil para establecer la conexión celular.
3. Bluetooth: Las tabletas también pueden conectarse a Internet mediante una conexión Bluetooth. Si bien no es tan común como Wi-Fi o datos móviles, la conectividad Bluetooth se puede usar para conectarse a Internet conectando la tableta a un teléfono inteligente que tenga una conexión a Internet activa. Esta configuración permite que la tableta acceda a Internet compartiendo la conexión de datos móviles del teléfono inteligente a través de un enlace Bluetooth.
4. Conexión por cable: Algunas tabletas también pueden venir con un puerto Ethernet físico, lo que les permite conectarse a Internet directamente mediante un cable Ethernet. Esto suele verse en tabletas diseñadas para fines comerciales o industriales, donde se prefiere una conexión a Internet estable y por cable.
Vale la pena señalar que las opciones de conectividad específicas disponibles en una tableta pueden variar según el modelo y el fabricante. Es posible que algunas tabletas solo admitan Wi-Fi, mientras que otras pueden ofrecer conectividad Wi-Fi y de datos móviles.