1. Escalabilidad
Los RDBMS no son muy escalables. A medida que los datos aumentan de tamaño, el rendimiento de la base de datos comienza a degradarse. Esto se debe a que los RDBMS se basan en una arquitectura centralizada, donde todos los datos se almacenan en una única ubicación. A medida que los datos crecen, aumenta la cantidad de tiempo que lleva acceder y procesar los datos.
2. Flexibilidad
Los RDBMS no son muy flexibles. Están diseñados para almacenar y recuperar datos en un formato estructurado. Esto dificulta el almacenamiento y la recuperación de datos que no se ajustan a un esquema predefinido. Por ejemplo, es difícil almacenar y recuperar datos no estructurados, como archivos de imágenes, audio y vídeo.
3. Rendimiento
Los RDBMS pueden tardar en realizar determinadas operaciones, como consultas y uniones complejas. Esto se debe a que los RDBMS se basan en una arquitectura centralizada, donde todos los datos se almacenan en una única ubicación. A medida que los datos crecen, aumenta la cantidad de tiempo que lleva acceder y procesar los datos.
4. Costo
Los RDBMS pueden resultar costosos de adquirir y mantener. Esto se debe a que los RDBMS requieren hardware y software especializados. Además, los RDBMS requieren un equipo de profesionales capacitados para gestionarlos y administrarlos.
5. Seguridad
Los RDBMS no son muy seguros. Son vulnerables a una variedad de amenazas a la seguridad, como ataques de inyección SQL, ataques de secuencias de comandos entre sitios y ataques de desbordamiento de búfer. Esto se debe a que los RDBMS exponen sus datos al mundo exterior a través de una variedad de interfaces, como aplicaciones web, aplicaciones móviles y aplicaciones de escritorio.