Cuando un usuario escribe un nombre de dominio en su navegador, su computadora necesita saber la dirección IP del servidor que aloja ese dominio para poder conectarse a él. El servidor DNS proporciona este servicio de traducción manteniendo una base de datos de nombres de dominio y sus correspondientes direcciones IP.
Para proporcionar redundancia
Si un servidor DNS deja de funcionar, aún se pueden utilizar otros servidores DNS para resolver nombres de dominio. Esta redundancia ayuda a garantizar que los usuarios siempre puedan acceder a los sitios web que necesitan.
Para mejorar el rendimiento
Los servidores DNS pueden almacenar en caché las direcciones IP de los nombres de dominio resueltos recientemente, lo que puede acelerar el proceso de resolución para los usuarios que visitan con frecuencia los mismos sitios web.
Para brindar seguridad
Los servidores DNS se pueden configurar para bloquear el acceso a sitios web maliciosos o para redirigir a los usuarios a una página de advertencia si intentan visitar un sitio potencialmente peligroso.
Para proporcionar funciones adicionales
Algunos servidores DNS ofrecen funciones adicionales, como controles parentales o la capacidad de bloquear anuncios.