1. Limpia el mouse:
* ratones ópticos: El polvo y la suciedad pueden acumularse en el sensor óptico en la parte inferior. Use un paño blando o un hisopo de algodón (humado con alcohol si es necesario) para limpiar suavemente el sensor.
* ratones láser: El sensor de estos ratones es más sensible, así que tenga mucho cuidado. Use un paño seco o una punta Q para eliminar el polvo y los desechos.
2. Revise la almohadilla del mouse (para ratones ópticos):
* Si está usando una almohadilla de mouse, asegúrese de que esté limpio y libre de escombros.
* Una almohadilla de mouse texturizada a veces puede interferir con el seguimiento de un mouse óptico. Intente usar una superficie lisa.
3. Verifique la batería (para ratones inalámbricos):
* Si su mouse es inalámbrico, asegúrese de que las baterías tengan suficiente energía. Reemplácelos si es necesario.
4. Reinicie su computadora:
* A veces, un reinicio simple puede resolver problemas de software que podrían estar afectando al mouse.
5. Pruebe en una superficie diferente:
* Intente mover el mouse en una superficie diferente (como un escritorio limpio). Esto puede ayudar a determinar si el problema está con el mouse mismo o la superficie en la que está encendida.
6. Verifique la conexión USB del mouse:
* Si el mouse está conectado, asegúrese de que el conector USB esté conectado de forma segura a la computadora. Intente conectarlo a un puerto USB diferente.
7. Actualizar controladores:
* Los conductores anticuados del mouse a veces pueden causar problemas. Consulte el sitio web del fabricante de su computadora para obtener controladores actualizados.
8. Ejecute una prueba del mouse:
* La mayoría de los sistemas operativos tienen herramientas de prueba de mouse incorporadas. Por lo general, puede encontrarlos buscando "prueba de mouse" en el menú Inicio. Esto lo ayudará a determinar si el mouse en sí está mal funcionando.
Si estos pasos de solución de problemas no ayudan, es posible que el mouse esté roto y necesita ser reemplazado.