El sentido del olfato en los ratones es mucho más agudo que el de los humanos. Los ratones tienen un bulbo olfativo mucho más grande, que es la parte del cerebro que procesa la información olfativa, y tienen más receptores olfativos en la nariz. Esto significa que pueden detectar una gama más amplia de olores e incluso discriminar olores muy similares. El nivel exacto de superioridad depende del estudio, pero se estima que los ratones pueden detectar olores hasta 10.000 veces más débiles que los humanos.