Los ratones tienen bigotes largos y sensibles que utilizan para navegar por su entorno. Los bigotes están hechos de queratina, la misma proteína que forma el cabello humano, y están incrustados en los folículos de la piel. Cada bigote está conectado a un nervio que envía señales al cerebro sobre la posición y el movimiento del bigote.
Los ratones usan sus bigotes para detectar objetos en su entorno, como paredes, muebles y otros animales. Cuando un bigote toca un objeto, envía una señal al cerebro que le indica al ratón la ubicación y el tamaño del objeto. Los ratones también pueden usar sus bigotes para detectar corrientes de aire, lo que puede ayudarles a encontrar comida y evitar a los depredadores.
Orejas
Los ratones tienen oídos grandes y sensibles que utilizan para escuchar sonidos. Los ratones pueden oír sonidos a frecuencias mucho más altas que los humanos y pueden utilizar esta capacidad para detectar depredadores y otros animales en su entorno.
Sentido del olfato
Los ratones tienen un sentido del olfato muy fuerte que utilizan para encontrar comida, evitar a los depredadores y comunicarse con otros ratones. Los ratones pueden detectar olores que son mucho más débiles que los humanos y pueden utilizar esta capacidad para localizar comida y evitar peligros.
Visión
Los ratones tienen mala visión, pero aún pueden ver la luz y la oscuridad. Los ratones usan su visión para ayudarlos a navegar por su entorno y también pueden usarla para detectar depredadores y otros animales en su entorno.