1. Legado Histórico:
La disposición del teclado QWERTY fue diseñada para las primeras máquinas de escribir mecánicas en la década de 1870. El diseño mecánico de la máquina de escribir requería un diseño que minimizara las posibilidades de que las teclas adyacentes se atascaran al presionarlas rápidamente. Para evitar que las teclas se atasquen debido a conflictos mecánicos, las combinaciones de letras utilizadas con más frecuencia se colocaron más separadas.
2. Optimización para la eficiencia de escritura:
Se determinó empíricamente que el diseño QWERTY aumenta la velocidad y la precisión de la escritura en comparación con una disposición alfabética. La ubicación específica de las teclas prioriza las combinaciones de letras más utilizadas y permite a los mecanógrafos alternar entre manos para lograr un mejor ritmo y fluidez.
3. Mecanografía táctil y memoria muscular:
El diseño no alfabético fomenta la mecanografía, donde los mecanógrafos aprenden la ubicación de las teclas a través de la memoria muscular en lugar de buscar visualmente cada letra. Este método permite escribir más rápido sin la necesidad de mirar constantemente el teclado.
4. Estandarización:
Con el tiempo, el diseño QWERTY fue ampliamente aceptado y estandarizado debido a su eficiencia percibida. Una vez establecido, cambiar la distribución del teclado requeriría una inversión significativa en reentrenamiento y adaptación a una nueva disposición, lo que creaba inercia frente a modificaciones significativas.
5. Aceptación y familiaridad global:
El diseño QWERTY se ha adoptado a nivel mundial, lo que lo convierte en el estándar de facto para la mayoría de las computadoras y teclados. La gente de todo el mundo está acostumbrada a la disposición QWERTY y cualquier cambio significativo requeriría una curva de aprendizaje y podría alterar la productividad.