1. Depredación: Los ratones son presa de muchos animales, incluidos gatos, serpientes, aves rapaces y muchos insectos grandes. Si un depredador atrapa un ratón, lo más probable es que lo mate y se lo coma.
2. Enfermedad: Los ratones son susceptibles a una variedad de enfermedades, tanto infecciosas como no infecciosas. Algunas enfermedades comunes que pueden matar a los ratones incluyen infecciones respiratorias, enfermedades gastrointestinales e infecciones bacterianas. Los ratones también pueden infectarse con parásitos, como pulgas, garrapatas y ácaros, que pueden transmitir enfermedades o provocar anemia.
3. Envenenamiento: Los ratones pueden resultar envenenados accidental o intencionalmente con una variedad de sustancias, como pesticidas, veneno para ratas u otras sustancias químicas. También pueden intoxicarse si consumen agua o alimentos contaminados.
4. Hambre: Los ratones necesitan comer y beber con regularidad para sobrevivir. Si un ratón no tiene acceso a comida o agua durante un período prolongado, eventualmente morirá de hambre o deshidratación.
5. Exposición: Los ratones son sensibles a temperaturas y condiciones climáticas extremas. Si un ratón se expone a frío, calor o humedad extremos, puede morir de hipotermia, insolación o problemas respiratorios.
6. Atrapamiento: Los ratones pueden ser atrapados y asesinados en trampas colocadas por humanos. Los tipos comunes de trampas incluyen trampas rápidas, placas adhesivas y trampas eléctricas.
7. Causas naturales: Como otros animales, los ratones tienen una esperanza de vida natural. La vida media de un ratón es de entre 1 y 2 años. Sin embargo, algunos ratones pueden vivir períodos más largos o más cortos dependiendo de su entorno, dieta y salud general.