Los ratones machos pueden exhibir comportamientos agresivos hacia la descendencia (infanticidio) bajo ciertas condiciones. Si un ratón macho no es el padre biológico de las crías o si está bajo estrés o tiene recursos limitados, puede matar y consumir a las crías. Es más probable que este comportamiento ocurra si el macho está alojado junto con la hembra y sus crías en el mismo recinto o tanque. Para prevenir el infanticidio, generalmente se recomienda separar los ratones machos de las hembras y sus crías durante el embarazo y el período de lactancia.