2. Ligeramente por debajo del nivel del teclado. El mouse debe colocarse de modo que la parte superior del mouse quede ligeramente por debajo del nivel del teclado. Esto ayudará a reducir la tensión en las muñecas y le permitirá mantener una postura más cómoda.
3. A una distancia cómoda. El ratón debe colocarse a una distancia que le permita alcanzarlo cómodamente sin tener que estirarse ni forzarse. La distancia óptima variará según el tamaño de su cuerpo y sus preferencias individuales, pero un buen punto de partida es colocar el mouse a unas 10 pulgadas del borde del teclado.
4. Alfombrilla para ratón. Utilice una alfombrilla para ratón para proporcionar una superficie lisa y estable sobre la que pueda moverse el ratón. Esto ayudará a reducir la fricción y facilitará el movimiento preciso del mouse.
Siguiendo estos consejos, podrá colocar su mouse de una manera cómoda y ergonómica. Esto ayudará a reducir el dolor y la incomodidad y le permitirá ser más productivo.