* Tipo de socket de CPU: Las placas base están construidas con una toma de CPU específica que dicta qué generación y modelo de procesadores son compatibles. Si tiene una placa base más antigua, es probable que las CPU más nuevas y rápidas no sean compatibles, lo que limita su ruta de actualización.
* Tipo de RAM y velocidad: Las placas base admiten generaciones particulares de RAM (DDR4, DDR5, etc.) y tienen limitaciones de velocidad máxima. Una placa base más antigua puede no admitir la última RAM más rápida, o podría tener un número limitado de ranuras, lo que restringe sus opciones de actualización.
* Ranuras de expansión: La disponibilidad y el tipo de ranuras de expansión (PCIE, M.2) pueden afectar su capacidad para actualizar tarjetas gráficas, unidades de almacenamiento (como SSDS NVME) o agregar otros componentes. Las placas base mayores pueden tener menos versiones o más antiguas de estas ranuras.
* Soporte de BIOS: A veces, incluso si una placa base técnicamente admite una CPU más nueva, podría requerir una actualización de BIOS. Sin embargo, es posible que las placas base mayores no tengan actualizaciones de BIOS disponibles para el último hardware, lo que hace que las actualizaciones fueran imposibles sin un intercambio de placa base.
* Factores de forma propietario: Algunos fabricantes, especialmente en sistemas preconstruidos, utilizan tamaños de placa base patentados y colocaciones de conector. Esto puede hacer que sea difícil encontrar componentes compatibles si desea actualizar más allá de las ofertas del fabricante.