La memoria de un hámster puede durar hasta dos años. Se ha demostrado que los hámsteres pueden recordar olores, lugares e incluso personas específicos durante hasta dos años. Se trata de una memoria relativamente larga para un animal tan pequeño y se cree que se debe al sentido del olfato muy desarrollado del hámster. Los hámsteres utilizan su sentido del olfato para navegar en su entorno, encontrar comida y evitar a los depredadores. Esta dependencia de su sentido del olfato puede haber llevado a la evolución de una memoria prolongada, ya que permite a los hámsteres recordar olores y lugares importantes a lo largo del tiempo.