En una computadora de torre, la placa base generalmente está orientada paralela al suelo, montada horizontalmente en el chasis. Esto permite un acceso más fácil y una ventilación adecuada a través de canales de flujo de aire estratégicamente ubicados alrededor de la placa base para una refrigeración óptima de los componentes integrados como la CPU, los módulos RAM y las tarjetas de expansión. Esta orientación horizontal facilita una instalación, configuración y actualización convenientes de los componentes internos de la computadora, lo que garantiza una gestión eficiente del flujo de aire dentro de la carcasa de la torre.