A diferencia de la memoria no volátil, como las unidades de disco duro (HDD) o las unidades flash, que retienen datos de forma permanente, la RAM es susceptible a la pérdida de datos en caso de cortes de energía, fallas del sistema o cuando una computadora se apaga intencionalmente. Esta característica es esencial para la función principal de la RAM, que es almacenar y proporcionar acceso rápido a datos temporales e instrucciones de programa que están siendo procesados por la unidad central de procesamiento (CPU) en una computadora.
Al ser volátil, la RAM permite que la computadora cargue programas y datos de uso frecuente más rápido en la CPU para su procesamiento. Esto permite que los programas se ejecuten de forma más eficiente y rápida, ya que los datos necesarios están disponibles en la RAM, lo que reduce la necesidad de acceder a dispositivos de almacenamiento secundarios más lentos, como los discos duros.
Cuando se enciende una computadora, el sistema operativo y cualquier software esencial generalmente se cargan desde el almacenamiento no volátil a la RAM. A medida que se inician varias aplicaciones, también se almacenan temporalmente en la RAM para una ejecución más rápida. Una vez que se completa una tarea o proceso, los datos se eliminan de la RAM para dejar espacio para nueva información.
Este concepto de memoria volátil garantiza que la memoria principal de la computadora esté siempre disponible y lista para ser sobrescrita con nuevos datos. Si bien puede parecer una desventaja, esta naturaleza dinámica de la RAM es en realidad un aspecto crítico de su función para permitir el acceso y procesamiento rápido de datos. La compensación de perder datos cuando se corta la energía se considera un compromiso aceptable para el rendimiento superior y la capacidad de respuesta que proporciona la RAM al manejar y ejecutar programas dentro de la memoria de la computadora.