Las computadoras portátiles suelen tener un diseño más compacto y tener limitaciones de espacio, lo que puede afectar su capacidad de memoria. Muchas computadoras portátiles tienen una cantidad limitada de ranuras de memoria, generalmente dos o cuatro, y pueden tener una capacidad máxima de memoria menor que la de las computadoras de escritorio. Esto se debe a las limitaciones físicas y consideraciones térmicas de los diseños de portátiles.
Las computadoras de escritorio, por otro lado, suelen tener más opciones de expansión y mayor capacidad de memoria. Por lo general, tienen más ranuras de memoria disponibles, lo que permite instalar más módulos de memoria. Además, las computadoras de escritorio pueden admitir capacidades máximas de memoria más altas, lo que les permite manejar cargas de trabajo más grandes y tareas más exigentes.
Vale la pena señalar que los avances en la tecnología y el diseño de portátiles han dado lugar a mayores capacidades de memoria y un mejor rendimiento en los últimos años. Algunas computadoras portátiles de alta gama ahora vienen con mayores capacidades de memoria y sistemas de enfriamiento eficientes, lo que les permite igualar o incluso superar las capacidades de memoria de algunas computadoras de escritorio. Sin embargo, para los usuarios avanzados y profesionales que requieren mucha memoria para tareas específicas como edición de video, renderizado 3D o ejecución de máquinas virtuales, las computadoras de escritorio generalmente ofrecen mayor flexibilidad y mayores capacidades de memoria.